viernes, 7 de noviembre de 2008

Hoy vamos con otro texto llamado "El Astrónomo" espero que les guste.

EL ASTRÓNOMO

Yo sólo dije: "Cuando, al anochecer, la luna llena se enreda en las ramas del cadabo, ¿No podría nadie cogerla?"

Pero Dada se rio de mí, y me respondió: "Hijo, eres la criatura más tonta que he conocido. La luna está lejísimos de nosotros; ¿quién la va a coger?"

Yo le dije: "Dada, ¡Tú si que eres tonto! Cuando madre se asoma a la ventana y, sonriendo, nos mira jugar. ¿Te parece a ti que está tan lejos?"

Dada me dijo otra vez: "¡Qué niño tan simple eres tú! Pero chiquillo. ¿Dónde ibas a buscar una red tan grnde que cupiera en ella la luna?"

Yo le dije: "Estoy seguro de que podrías tú cogerla con las manos."

Pero Dada se echó a reir y me dijo: "¡En mi vida he visto un niño más tonto! Si la luna se acercara más, ya tu verás lo grandísima que es."

"Dada, ¡qué disparates enseñan a tu escuela!" - Le dije yo. "Cuando madre baja la cabeza para besarnos, ¿te parece a tí muy grande su cara?"

Pero Dada me sigue diciendo: "¡Qué niño más tanto eres! ¡Qué niño más tonto eres!"

Que te parece, Dada significa hermano mayor, así que es un diálogo entre hermanos. La imaginación de un niño es extraordinaria. Todos alguna vez nos creamos alguna historia, si las pudiéramos escribir serían excelentes historias, lo malo que no nos damos a entender claramente a esa edad. Cabe mencionar que no mensiona la edad en el texto, es interpretación propia.

Quizás venga sobrando pero quiero contar una anécdota, cuando tenía como siete u ocho años veníamos de regreso a casa en el transporte público, y por la ventanilla se veía la luna, muy bonita en verdad. Platicando con mi hermano, menor que yo, recuerdo que le dije: "¿Sabes por qué la luna comienza a ponerse blanca y redonda?" respondiendo que no sabía, le dije: "La luna se pone gorda porque se come a las nubes que pasan bajo ella" La verdad no recuerdo su expresión, pero sí, mientras veíamos por la ventana de la "combi" escuhé decirle "¡Está pasando una nube!" Como era pequeña por alguna razón se quedó allí bajo la luna, y con eso parece que me creyó. Después pasaron más y más nubes y la cubrían por completo. No eran comidas por la luna, y para no quedar mal le dije :"No se come a esas nubes porque ya está llena". Quizás no se acuerde de eso mi hermano, a quien envío un abrazo, pero yo no olvidaré aquella luna de octubre. Es una historia verídica.

Lean cuentos o cualquier lectura que les apasione y si gustan compartirla mándenlo a mi correo, les daré todo el crédito. Les diría que lo expongan en un comentario pero sus aportaciones son muy importantes así que tendrán una publicación Individual. Si son historias de autor pongan su bibliografía y si no propias este espacio está para ustedes que gustan de fabricar historias. Hasta la próxima.

betogoncoy

Bibliografía:
Lecturas Clásicas para niños, Departamento Editorial de la secretaría de educación, 2a. Reimpresión, México 1984